El machismo oculto en la escuela

Para ser un espacio de formación y aprendizaje tanto de estudiantes como de maestras y maestros, y por tantos y tantos años, hemos dejado pasar algunos detallitos que, tal vez ignorando su implicación, fueron haciendo mella en cada niña/niño/adolescente/joven. Y aprovechando también un muy buen libro que ando leyendo, me permito transcribir de allí esos detalles que lamentablemente se volvieron «naturales», a fin de que reflexionemos más al respecto y de alguna manera podamos transformarlos o eliminarlos (particularmente hice la prueba del 5):

  • Que los niños ocupen el espacio central del patio, la cancha de fútbol, que corran invadiendo el espacio de las niñas en el recreo, que interrumpan sus juegos.
  • Que las niñas sean calladas y prolijas, que los varones jueguen a lo brusco; enseguida opinamos que es «machona» la que no se ajusta a las «cualidades femeninas».
  • Que a todo niño le guste el fútbol casi por naturaleza y cuando esto no ocurre sea objeto de chistes y comentarios del estilo: Ése es muñeca quebraa… medio nenita.
  • Que siempre se salude buenos días chicos siendo que la escuela es mixta.
  • Que los varones se enojen y reclamen ser nombrados si un día saludamos con un buen día chicas, mientras que no nos sorprende que  las niñas aprenda a perder si quejas su identidad de mujeres, en aras de la llamada economía del lenguaje.
  • Que una niña se vista de varón para un acto escolar, pero ni se nos ocurre pedirle a un varón  que se vista de niña (a no ser que sea para imitaciones al estilo Tinelli).
  • Que nada de lo que hemos hecho las mujeres en la historia de a humanidad sea digno de ser contado, relatado, enseñado, estudiado. ¿Vieron que ya en la pre-historia parece -a juzgar por los libros y las ilustraciones- que no había mujeres?
  • Que en los problemas de Matemática, María siempre vaya al mercado con su hija o calcule la cantidad de harina que lleva la torta que cocina, mientras que José hace cálculos sobre el edificio que construye o va al autódromo a correr carreras.
  • Que le digamos a una niña sentate bien que sos una nena.
  • Que los personajes femeninos de los textos literarios ocupen posiciones de dependencia mientras que los masculinos realizan grandes hazañas y travesías.
  • Que se siga promoviendo la idea de un príncipe azul que vendrá a salvar y a sacar de la desgracia a alguna mujer bella, en la que ha caído siempre por efecto de alguna maldad de una bruja fea y vieja.
  • Que sea común hablar de maternidad adolescente, pero que no haya alusiones a la paternidad adolescente. ¿Acaso esta ausencia no es una manera de alentar la desresponsabilidad de varones?

Tomado de:Espacios escolares y relaciones de género. Visibilizando el sexismo y el androcentrismo cultural. Del libro: Feminismos Populares. Pedagogías y políticas.

 

 

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Una respuesta a El machismo oculto en la escuela

  1. Pequeños detalles, al no prestarles la atencion debida conlleva a un gran problema a corto y largo plazo.

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